El 2020 será un año que pasará a los libros de historia contemporánea. Fue un ciclo cargado de grandes cambios y el sector energético no quedó ausente. El prolongado encierro y restricciones de transportación derivados de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 resultaron en una caída histórica en los precios del crudo y combustibles fósiles ocasionada por la baja en la demanda, siendo la electricidad el elemento energético de más alto consumo.